Que el pollo esté presente en todas las dietas no es casualidad, ¿Qué es lo que le hace estar presente en todo tipo de dietas? ¡Te contamos por qué lo necesitas!
Proteínas en el pollo
A día de hoy es casi obligatorio incluir el pollo en todas las dietas, el motivo principal por el que está tan presente es que su carne es altamente proteica y poco calórica.
El motivo por el que tiene esas características es que es una carne que contiene poca cantidad de grasa y que además no aporta carbohidratos. La carne de pollo es por tanto de alta calidad y digestibilidad haciéndola increíblemente útil para todas las dietas.
Gracias a su alto aporte proteico sacia con mucha facilidad y es fácil de preparar. Es un alimento que puede ser fácilmente combinado con cualquier alimento, es sabroso y sus valores nutricionales son excepcionales para todo tipo de dietas.
La carne de pollo aporta menos colesterol que otras carnes, combinando además múltiples vitaminas, aminoácidos, minerales, fósforo, ácido fólico y proteínas de alto valor biológico.
Valor nutricional de la pechuga
Ya hemos visto el por qué la carne de pollo es la indiscutible e indispensable líder en las dietas, aunque dentro de ella, hay una parte que destaca sobre todas las demás: la pechuga de pollo. Sus valores nutricionales dependerán de la cocción de la misma y en este caso están basadas en una pechuga con un peso de 100 gr.
Valores nutricionales de la pechuga asada: En el caso de que cocinemos la pechuga de pollo en el horno en la airfryer, nos encontraremos con un alimento que nos aporta 22 gramos de proteína con tan solo 1 gramo de grasa, 98 calorías y nada de hidratos de carbono.
Valores nutricionales de la pechuga a la plancha: Si escogemos esta opción los valores no varían mucho respecto a asar la pechuga. El alimento mantiene los 22 gramos de proteína, aumentando las calorías a 111 y la grasa a 2 gramos.
Valores nutricionales de la pechuga frita: En esta ocasión los valores sí sufrirán más cambios respecto a las dos opciones anteriores. Mantiene los 22 gramos de proteínas, pero las calorías pasan a ser 170 aproximadamente y 4 gramos de grasa. Además, el colesterol aumenta a los 90 mg.
La opción a escoger dependerá de las necesidades de cada persona, aunque la que mantiene mejores valores es la pechuga asada.
Ideas para cocinar el pollo en tu día a día
Hay todo un mundo en cuanto a cómo cocinar el pollo, seguir una dieta basada en esta carne no implica que siempre tengamos que hacerla de la misma manera, por aquí te dejamos varias recetas que puedes utilizar, ¡Todas ellas son fáciles y rápidas!:
Brochetas de pollo: Es una original forma de cocinar el pollo. Puedes decidir si asarlo o cocinarlo a la plancha para posteriormente trocearlo en tiras y hacer todo tipo de combinaciones: lechuga, tomate, aguacate, pimiento, brócoli etc.
Ensalada de pollo: Aquí hay toda una variedad donde puedes dejar volar tu imaginación. Nosotros te sugerimos trocear las pechugas de pollo y mezclarlo con brotes, queso de cabra y frambuesas. Puedes elegir la vinagreta al gusto.
Tacos de pollo: La favorita de muchos, podemos rellenar las tortillas de trigo o maíz de cualquier manera, es una receta muy versátil en la que te recomendamos preparar una salsa adecuada con tus objetivos y añadirla junto con pollo, lechuga, tomate y todo lo que se te ocurra.
Sándwich de pollo: Otra receta en la que puedes encontrar una gran variedad. Dentro de todas ellas, te recomendamos que el pan que utilices sea integral.