El ácido láctico es la sustancia encargada de transportar el oxígeno de los pulmones a otras partes del cuerpo. Es producida por los glóbulos rojos y el tejido muscular.
¿Cómo se produce el ácido láctico?
El ácido láctico es producido naturalmente por el cuerpo humano como parte del proceso de producción de energía. Se metaboliza en el hígado y en los músculos y se transporta esencialmente a donde más se necesita: a nuestros músculos.
El ácido láctico es un compuesto que se produce en el cuerpo durante el ejercicio, cuando la entrada de glucosa en las células musculares se ralentiza.
Las células no pueden absorber todo el dióxido de carbono que se produce al descomponer parte de la glucosa, por lo que se forma ácido láctico.
Cuando el ácido láctico se acumula en las células musculares, provoca dolor y fatiga. Por ello, es común que los deportistas sufran dolores musculares tras el ejercicio. La acumulación de ácido láctico también influye en la sensación de ardor que se siente durante las actividades físicas.
¿Cuál es la función del ácido láctico?
Tal y cómo visto, el ácido láctico es una sustancia que se produce en el cuerpo en momentos de mucho estrés (por ejemplo durante el ejercicio, dónde sometemos al cuerpo a una alta intensidad) y ayuda a la recuperación del mismo.
Puede formarse a partir de varios alimentos que comemos o ser producido por nuestros músculos. El ácido láctico ayuda a producir energía muy rápidamente en el cuerpo bajo gran estrés, es por ello que la mayoría de las veces asociamos el ácido láctico con la energía rápida, ya que se libera cuando hacemos ejercicio, especialmente los ejercicios de musculación o en esfuerzos explosivos en deportes de endurance.
Este se encuentra de forma natural en el cuerpo y ayuda a fortalecer los huesos, las proteínas, el crecimiento muscular y etc. El ácido láctico tiene muchos beneficios, pero hay que tener en cuenta que su exceso puede provocar efectos negativos. Por ejemplo, si se lleva un ritmo de vida con mucho estrés o no se come suficientes alimentos saludables, el cuerpo producirá más ácido láctico de lo normal. Esto puede provocar fatiga muscular, calambres y dolor.
Relación entre el ácido láctico y la práctica deportiva
Como ya hemos visto, el ácido láctico está totalmente relacionado con la práctica deportiva, ya que el ejercicio físico estimula su producción y además este influye directamente en el transporte del oxígeno, así como en el rendimiento deportivo.
Es común por tanto que se sienta esa sensación de quemazón cuando estamos haciendo ejercicio. El motivo de ello es que los músculos tienen que trabajar más para seguir el ritmo del ejercicio, y empiezan a descomponer el lactato más rápido de lo que el cuerpo puede eliminarlo.
A medida que se libera más ácido láctico en el torrente sanguíneo, impide que el oxígeno llegue correctamente al corazón y a los músculos, provocando fatiga y calambres.
Debido a ello, es de crucial importancia que se lleve un control del ácido láctico durante la práctica deportiva, llevando a cabo una dieta acorde con ello e implementando suplementos deportivos que favorezcan ese control. La Beta Alanina es uno de los suplementos más buscados a la hora de inhibir el ácido láctico, ya que destaca por la acción taponadora que ejerce en el músculo, que consiste en frenar la incidencia que el ácido láctico tiene en el rendimiento muscular. Cuando llevamos a cabo un ejercicio intenso nuestros músculos generan ácido láctico aumentando la fatiga. La carnosina producida por la Beta Alanina inhibe el efecto que causa el exceso de ácido láctico retrasando la fatiga.
